Las hormigas son pequeños insectos de fácil identificación por sus antenas y su cuerpo formado por tres partes. Se trata de una de las especies de insectos más abundantes en la Tierra. Estos pequeños animales crean hormigueros de gran tamaño en los que viven colonias de un gran número de hormigas, todos ellos de carácter estructurado y realizados mediante un trabajo muy organizado.
Se calcula que en la Tierra viven entre 1.000 y 10.000 billones de hormigas, pues estos seres minúsculos son bastantes resistentes y perduran en casi todas las partes del planeta gracias a su persistente defensa y a su capacidad de organización social y a su carácter trabajador, el cual les lleva a realizar un óptimo aprovechamiento de los recursos.
Su peculiar forma de trabajar se basa en su incesante trabajo realizado de forma colectiva, al igual que a la resolución de problemas complejos y a su comunicación. Por ello, pese a su diminuto tamaño, se trata de insectos bastante inteligentes e intuitivos que trabajan por sistemas completamente planificados.
En general, todos conocemos estos datos básicos acerca de las hormigas. Sin embargo, la mayoría de las personas no conocen el gran problema que generan las plagas de estos insectos, sobre todo cuando dichas plagas se dan en lugares en los que las personas habitan la mayor parte del tiempo, como puede ser el trabajo o espacios exteriores. Aunque el peor de los casos de plagas de hormigas se produce cuando se dan en los hogares.
Las hormigas que habitan en las casas pueden encontrarse allí por haber construido un nido dentro de este espacio o por haberlo construido en el exterior, aunque esta última suele ser la situación más habitual. En el caso de provenir del interior, suelen crear nidos dentro de falsos techos, debajo de azulejos, en estructuras de madera o en macetas, ya que por lo general, tienden a ubicarse en zonas húmedas como el baño o la cocina.
Otros aspectos bastante determinantes que pueden atraer a las hormigas de forma masiva es el hecho de dejar alimentos fuera y sin protección alguna en lugar de en la envera o los armarios, al igual que la suciedad acumulada en las distintas estancias de la casa, ya sea por culpa de migas de pan o basura.
Para combatir este tipo de plagas de hormigas pueden tomarse dos vías: recurrir a diversos remedios caseros o buscar la solución en manos de profesionales dedicados a la eliminación de plagas.
La primera opción es la elaboración de remedios propios o domésticos, aunque en muchos casos, el mejor remedio es la prevención de las plagas. Por ello, es importante sellar las posibles entradas al hogar, sobre todo en ventanas, puertas y grietas. También es importante evitar las fuentes de alimentación, tratando de no dejar fuera comida, o también evitando fuentes de humedad. Otro remedio muy conocido es el uso de la miel, ya que esta sustancia atraerá a las hormigas por su aroma dulce, y gracias a su textura viscosa, hará que se queden pegadas, facilitando la accesibilidad y exterminio de los insectos. No obstante, el remedio más simple y común es el uso de productos nocivos contra insectos.
La segunda opción (y la más recomendable) son los tratamientos de desinsectación llevados a cabo por técnicos especialistas en el control de hormigas. Estos profesionales tienen todos los conocimientos acerca de cómo eliminar las hormigas de su hogar, ya que cuentan con una gran preparación en el sector. Por ello, la gran ventaja de recurrir a este tipo de servicios es que se lleva a cabo la planificación del tratamiento en función de la dimensión de la plaga o la especie específica de hormiga en cuestión.
En definitiva, no importa cómo quiera eliminar la plaga de hormigas en su hogar, lo principal es que lo haga cuanto antes, es decir, nada más identificar este foco de infección, con el fin de evitar su propagación por otras partes de su hogar.
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